El equipo de Cristian Daguerre fue vapuleado por Douglas Haig de Pergamino quién le propinó una goleada historica y que quedará en la estadística del torneo Argentino A, como la mayor, sufrida por Santamarina en esta competencia. Cianpichetti, Quiroga, González y Paganelli marcaron los goles del lapidario 4 a 0.
Solo aquellos que tuvimos la chance de estar en Pergamino nos quedaremos con esas tristes imágenes de haber visto al peor Santamarina de los últimos años. La realidad marcaba que el conjunto tandilense llegaba a la cancha de Douglas a enfrentar a un equipo recién ascendido, portador de un nombre histórico en la categoría, pero con la base de lo que fue el plantel del Argentino B, sumado a una serie de problemas en su andamiaje como significaban hasta este momento el no haber ganado en el certamen y no poder ser efectivo a la hora de la definición.
Con ese panorama previo podía leerse que Santamarina se enfrentaría a un rival muy parecido en las carencia aunque la tarde terminaría condenando a los tandilenses a la última posición de la tabla general. Y no solo eso sino que abriría, entre todos aquellos que lo vimos a lo largo de estas cinco fechas, un gran interrogante a cerca de cuál es el verdadero problema a afrontar para que la situación cambie.
En lo estrictamente futbolístico, Santamarina fue desbordado, superado y aniquilado por un rival que no demostró ser letal a pesar de los goles. con un poco de actitud y orden táctico (NO TUVO NINGUNA DE LAS DOS COSAS), el partido hubiese sido otro. Pero los 14 corners en favor de Douglas a la media hora del partido dejaban en claro el gran problema de Santamarina.
Usted se preguntará cuál es el gran problema de este equipo????. Yo le diría que es fácil obtener las respuestas.
Cristian Daguerre no ha podido encontrar a lo largo de estas cinco fechas ni un volante central ni un enganche.
Primero fue Pintos, luego un doble cinco que no funcionó. Más tarde Ortíz que mostró cosas interesantes pero que si no tiene continuidad jamás se adaptará y no mucho más que eso.
En la tarde de ayer a Brittes le llegó una sola pelota y casi fue gol. La defensa ha sido lo más destacable. Y seguro después de recibir 4 goles usted dirá que es una locura esta afirmación pero debo aclarar que si el equipo tiene un medio campo que no genera nada en ataque y que solo corre a los rivales cuando retrocede, los defensores poco es lo que pueden hacer.
Ayer Santamarina fue un equipo mediocre, sin fútbol que ofendió esta camiseta desde la actitud de sus jugadores y eso es lo más grave.
Se puede perder pero dejando todo y ayer la gran mayoría de los jugadores que se pusieron la camiseta "aurinegra" ofendieron, insisto, la mística que esta casaca tiene en el fútbol del interior.
En la cancha, es sabido, no siempre se gana jugando bien. Muchas veces se gana con otras cosas. Sacando del interior de cada uno la personalidad, el carácter y la actitud por sobre todas las cosas.
Aquellos que decidan ponerse esta camiseta, estén o no en de acuerdo con el planteo táctico del entrenador, deben saber que este equipo siempre tuvo mística. La entrega, la garra, la pasión y esa extraña sensación de saber que en las difíciles se agrandaba aun más y salía al ruedo a comerse al rival lo han caracterizado a lo largo de los años.
Seguramente debe haber un gran replanteo desde lo individual y también grupal. Por el solo hecho de que volverán a ponerse la gloriosa "aurinegra", el crédito esta abierto hasta que el árbitro pite el final el próximo domingo.
JUAN CASERO
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