Ramón Santamarina le ganó 2 a 0 a su clásico rival Huracán de Tres Arroyos de manera inapelable. Edgardo Brittes a los 12 minutos de la primera etapa y Juan Gáspari sobre los 17 del complemento le dieron forma a una victoria merecida, necesaria y vital para fortalecer a este equipo desde el aspecto anímico. En la noche del San Martín hubo, como hacía tiempo no pasaba, muchos aplausos y caras felices de los hinchas que se reencontraron con un equipo que dejó todo en la cancha para quedarse con una enorme victoria. Previo al arranque del partido, el conocido "brujo" Enrique llegó al estadio para hacer un "trabajito" y quitarle la mufa. Creer o reventar.
El oooole, oooole, oooole de la gente sobre el final del partido cuando Ramón Santamarina ya tenía liquidado el pleito nos hizo recordar a los mejores momentos deportivos del aurinegro en el Argentino A.
Nadie hubiera pensado en la previa que los tandilenses podían ganarle a Huracán con semejante claridad y con momentos de excelente fútbol.
Si bien el equipo de Gambini venía de empatar en Cipolletti donde había dejado una buena imágen, en la previa se habían conocido los resultados de los partidos jugados por Villa Mitre y Rivadavia. Por tal motivo, Ramón Santamarina arrancaba ya desde el minuto cero sabiendo que si no ganaba volvería a quedar en soledad en el fondo de la tabla.
El partido comenzó siendo de trámite parejo y los de Tres Arroyos intentaron ser protagonistas. Michelena complicó por izquierda y lo más claro fue sobre los 10 minutos una salida protagonizada por este jugador que corrió por su lateral casi 80 metros dejando 3 hombres en el camino y ejecutando un centro que Gamarra desperdició cabeceando mal.
En la respuesta el aurinegro comenzaría a torcer la historia. Una muy buena combinación entre Gáspari y Agudiak dejó a este último cara a cara con Zanel. El bahiense le ganó en el mano a mano sobre la derecha y ejecuto un centro que Brittes conectó de aire con pierna derecha, agarrando a contramano al arquero Raúl Sanzotti quien no tuvo nada que hacer.
Primer festejo, algarabía contenida y la factura en la red de un hombre que ha devuelto con creces la confianza depositada en él.
A partir de ese momento los de Gambini comenzaron a manejar las acciones y Huracán comenzó a desdibujarse, no sin antes tener una clara situación de gol en la que el arquero Cristian Bucci, de excelente tarea, le ahogó el empate a Gamarra. El "1" tandilense se agigantó ante un mano a mano y se quedó con una pelota de gol, sin dar ni siquiera rebote.
Ramón Santamarina fue consolidando sus líneas. Kruger fue el de siempre, Dragojevich y Ocaño también. En tanto que al que más le costó fue al "melli" Leo Gogna quien jugo en una posición que no es la de él y se las tuvo que arreglar como pudo para poder cumplir.
En el medio puso observarse una buena sociedad entre Páez(se fue lesionado a los 39 y se hizo amonestar para purgar la sanción contra Unión el miércoles y recuperarse) y Basaldúa, quiza este último sea vital para lo que falta de torneo, y de a poco el "Gula" Maldonado también fue aportando lo suyo. Gáspari dejó ver anoche que va encontrando el ritmo que le hacía falta y fue la figura del equipo siendo gestor de la primera conquista y autor de la segunda, demostrando un gran compromiso, mucho desgaste y sobre todo esa actitud que en algún otro momento se le recriminó.
Adelante Agudiak se encargo de desgastar a los defensores rivales y Edgardo Brittes, en el podio con Gáspari, fue solidario y certero. Además abrió el marcador con una brillante definición.
Los de Gambini dieron el golpe final sobre los 17 minutos del complemento. Farías que había reemplazado a Páez armó una linda jugada, envió centro al segundo palo para Brittes y el "bombardero de la Paz" saltó y en vez de cabecear hacia el arco, lo vio mejor perfilado a Gáspari. Su cabezazo buscó el segundo palo entonces y allí apareció el rubio volante para tirarse de "palomita" y mandar el balón al fondo de la red.
Luego sobre vendrían una serie de expulsiones que desvirtuarían la cuestión. Sin embargo no hay nada que reprocharle al juéz Mauro Gianinni quien dirigió muy bien. Alecha vio la segunda amarilla por una plancha a Ocaño. Dos minutos más tarde Petersen vio roja directa por entrarle con vehemencia al "paco" Kruger. Más tarde se fueron desde el banco dos colaboradores y el DT, Fabián Sánchez. Y por último Giannini vio una actitud desleal del Maximiliano Goméz quien le aplicó una patada en el rostro a Farías cuando ambos estaban en el piso.
Huracán le había ganado a Ramón Santamarina los tres partidos jugados a lo largo de la temporada. El de anoche era el que más necesitaba ganar para quedar en soledad allí detrás de Unión buscando la clasificación. Pero se encontró con su clásico rival, este Ramón Santamarina que anoche en el San Martín ganó por primera vez en el año. Un aurinegro que increíblemente le arrancó a sus hinchas el "ooole,ooole" en algunos pasajes como para que también la tribuna gozara ante semejante y tan necesitada victoria.
Fue una noche en la que algunos se fueron a sus casas sabiendo que el equipo ganó a los Ramón Santamarina, con fútbol y huevos. Fue una noche en la que volvió la mística de este equipo de camisetas "oro y petroleo".
Ojalá sea el comienzo de una repuntada que lo aleje del descenso y la promoción.
Ahhh, casi me olvidaba. Antes del partido entro a la cancha junto a un dirigente, el reconocido "brujo" Enrique. Con su pipa y fumando un buen tabaco, se dirigió hacia el arco del Calvario, ahí donde se amontonan las súplicas del pueblo aurinegro. No se que fue lo que hizo, lo único que se es que lo fueron a buscar porque Ramón Santamarina no había podido ganar aun de local en lo que va del 2011.
