miércoles, 27 de enero de 2010

SANTAMARINA AL NACIONAL, A 25 AÑOS DEL MAYOR EXITO DEL FÚTBOL LOCAL


Pasaron ya 25 años. Un cuarto de siglo, desde aquel sábado 26 de enero… Mucho, pero aún se eriza la piel a la hora de evocar la gran epopeya de Ramón Santamarina, el enorme equipo liderado por Daniel Romeo que alcanzó un logro histórico e irrepetible con la clasificación al Nacional AFA, edición 1985 -justamente la última- coronando así un ciclo exitoso, cimentado en la indeclinable convicción de un trabajo meticulosamente diseñado desde la dirigencia encabezada por Guillermo Depietri y la sabiduría de un cuerpo técnico que supo enviar un mensaje que el plantel interpretó sin reparos hasta concretar la épica consagración.

ERAN OTROS TIEMPOS
A más de un memorioso se le escapa alguna lágrima al dejarse atrapar por la emoción y la nostalgia de aquellos días de verano del ´85, tiempos en que no existían las FM, tampoco había celulares y mucho menos Internet. Los diarios locales aún se imprimían en plomo tras el arduo trabajo del linotipista y el tipógrafo, previo paso por la vieja Rémington o la más sofisticada Olivetti, mudas observadoras del cesto desbordado de puchos y papeles por doquier cuando la concentración era insuficiente, pues no estaba la PC y su mágico “supr” o el “delete”. ¿El cable? Apenas si veíamos el 10 y el 8, las señales de Mar del Plata que gracias a la repetidora que trajo Américo Reynoso ya no tenía una imagen tan difusa y muy de vez en cuando, solíamos probar con ver los canales de Buenos Aires, pero había que tomarse el trabajo de orientar la enorme antena que estaba en el techo. Por suerte, gozábamos de la ausencia Tinelli o Fort, entre algunos de los detestables de la TV actual.
Pero mientras se avizoraba la llegada de Juan Vital Sourrouille al Ministerio de Economía de la Nación y su plan Austral, por estos lares la fiesta era aurinegra y nada importaba más que el fútbol y el arribo al Nacional, para codearse con los grandes, dejando atrás los sueños tantas veces postergados, desde que a comienzos de la década del 70 se largó con los recordados campeonatos regionales.


“FUE UN EQUIPO DE HOMBRES”
Así calificó, hoy, a la distancia, Daniel Romeo al Santamarina que el 26 de enero de 1985 obtuvo aquella inédita conquista que representa el máximo orgullo para el fútbol de la ciudad. En charla con este portal, sostuvo que “era un grupo de hombres que asumió responsabilidades y lo dio toda tras un objetivo común” y quitándose méritos en la influencia que él tuvo para lo que se constituyó en toda una proeza, se limitó a expresar que “para mí fue un gran honor tener jugadores como los que tuve en esa ocasión. Toda gente de bien, dispuesta, solidaria…” haciendo especial mención “a un gran dirigente como lo fue Memo Depietri y todos aquellos que lo secundaban”.
Romeo, aseguró que semejante consagración se obtuvo porque “todos estábamos unidos, no existían egoísmos y fundamentalmente, eran excelente jugadores”.


FUE DOBLETE
El arribo al Nacional representó el segundo título consecutivo de los aurinegros que en octubre de 1984 se había proclamado campeones invictos del torneo de la Liga Tandilense de Fútbol, dando la vuelta olímpica pendiente cuando un año antes Racing de Gardey (con Aníbal Tarabini de técnico) fue el campeón.
Prácticamente con la misma base Romeo largó el regional motivado por la ambición de terminar con las frustraciones que tantísimos equipos tandilenses había sufrido a través de varios años transitando competencias similares. Raúl Sommi (el gran goleador), Eduardo Barbero, Gustavo Portugal, Oscar Medina y Luis Ramella, se sumaron para potenciar aquel gran equipo campeón liguista que integraban José Ducca, Jorge Janices, Juan Bossoto, José Solimanto, Juan Petrucci, Horacio Rodríguez, Néstor Armendáriz, Marcelo Armendáriz, Julio Erviti, Rubén Conti, Marcelo Russich, Daniel Tarabini, Luis Petrucci, Juan Gauna, Abel Coria, José Capelutti, Rodolfo Erviti, Fernando Puggioni, Carlos Méndez, Héctor Arrieta, más algunos chiquilines que iban emergiendo: Santiago Silva o Mario y Marcelo Kabalín.
José Yiyo Conte y Omar Corsi -dos verdaderos pilares- eran los ayudantes de campo de Romeo, del mismo modo que lo fue también Luis Quintela, desempeñándose en el rol de preparador físico y Marcelo Rottoni como médico, teniendo a Hernando Cabrera en la función de masajista.
Largaron veinte equipos de la provincia de Buenos Aires buscando atrapar la única plaza que conducía hacia al certamen afista. Se distribuyeron en cuatro zonas de cinco equipos cada una y el aurinegro concluyó primero en su grupo, prevaleciendo sobre Azul Athletic, Villa del Parque de Necochea, Juventud de General Madariaga y Kimberley de Mar del Plata. De esa manera accedió al cuadrangular final con los otros tres equipos vencedores de sus respectivas zonas: Douglas Haig de Pergamino, el ya prestigioso Loma Negra de Olavarría (tenía dos Nacionales encima) y Del Progreso de Mercedes.
Jugaron todos contra todos a dos ruedas y Santamarina obtuvo 9 de los doce puntos en juego (en esa época ganar otorgaba dos unidades) lo que representó el 75% de eficacia. Ganó 4 partidos -memorable aquella victoria 3-2 en Olavarría- empató uno y la única derrota fue en Pergamino.

NADIE LO PUDO EMULAR
El Santamarina 1985 debió haber sido todo un paradigma. Sin embargo, cuando parecía que el camino se había allanado, que existía un modelo a seguir que serviría para los años subsiguientes, nadie lo pudo emular. Invariablemente por una u otra causa y salvo honrosas excepciones (bien podría citarse lo de Deportivo Santamarina en 2006 o el reciente ascenso de Independiente) en veinticinco años hubo más sinsabores que alegrías.

Por eso más que nunca: ¡Salud Ramón Santamarina!!
ESCRITO POR: Miguel Angel Calvo
migcalvo@hotmail.com

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