Y la verdad es que si uno prestaba atención a la previa, en la misma se tejían las más diversas posibilidades para que algunos se fueran y otros se quedaran. Pero producto de lo manchado que está nuestro bendito fútbol argentino, todo ese tipo de especulaciones partían desde la base misma de los comentarios a cerca de actos que rozan con la corrupción.
Y así fue que se escuchó decir que Cipolletti le entregaría los puntos a Villa Mitre, que Racing de Córoba favorecido por la tabla general le daría una mano a Estudiantes y también que Douglas Haig, con una base de suplentes, le serviría casi a voluntad el partido a Ramón Santamarina.
En la semana también se especuló muchísimo y se diagnosticó a ciencia cierta que pasaría en cada partido al conocerse las ternas arbitrales. Se abrieron juicios sobre cuales podrían ser los inconvenientes y demás. Lo cierto es que a nosotros nos tocó ver un impecable trabajo del señor Carlos Córdoba, quien no influyó en nada en la victoria de Douglas sobre Santamarina.
También es cierto que desde las más altas esferas y ante tanto barullo mediático con el tema arbitral, los colegiados habrían recibido expresas órdenes de sus superiores para que se esmeraran al máximo por defender, al menos este fin de semana, la tan amedrentada profesión.
Lo cierto es que fuera de todo tipo de especulaciones, Cipolletti de Río Negro marcó el gol del empate sobre el final y condenó al descenso a Villa Mitre. Racing de Córdoba empató con Estudiantes de Río Cuarto y lo mando a jugar promoción en tanto que Douglas Haig le ganó a Ramón Santamarina sin importarle el destino de los tandilenses quienes se salvaron de todo producto del resultado registrado en Nueva Italia.
Que el fútbol esta enfermo desde hace tiempo, todos lo sabemos. Que las sospechas sobre arbitrajes arreglados seguirán existiendo también. Lo cierto es que ayer la tarde del fútbol, plagada de sensaciones diversas a partir de la definición, nos dejó ese sabor que nos invita a pensar que no todo se puede arreglar en este ámbito. La tarde de ayer, nos invita a pensar en que seguirá habiendo jornadas en las que, sin lugar a dudas, ganará el fútbol.-
JUAN CASERO
He compartido con vos, relator, que sólo Ocaño se salva de nuestra bronca. Pero me pregunto si, en otro contexto, Brittes y Pintos no pueden ser titulares de un buen equipo, y tal vez Fernández y Maldonado no pudieran aportar a tener un plantel aceptable. Obviamente tenés otros datos que yo no tengo, mi opinión es meramente futbolística. Felicitaciones por todo lo que hacés. José
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