domingo, 5 de diciembre de 2010
BUEN FÚTBOL, ACTITUD Y UN TRIUNFO MUY NECESARIO.
Ramón Santamarina le ganó a Rivadavia de Lincoln en condición de visitante y demostró que puede tener grandes expectativas en cuanto a salir de este difícil momento futbolístico. En una tarde agobiante, los dirigidos por Mario Gambini llegarón al merecido gol en el minuto 38 del complemento. Edgardo Brittes, de cabeza y luego de una magistral jugada de Diego Bucci, figura del encuentro, le dio la alegría a todo el pueblo aurinegro.
"Gordo, tenes un caramelo o algo dulce??, tengo la boca seca..."; fueron las primeras palabras de Mario Gambini a este cronista al llegar al vestuario. Cansado como si hubiese jugado, el entrenador aurinegro estaba feliz por el gran triunfo obtenido.
"Este equipo venía de hacerle 4 goles a Madryn y llegaba muy bien animicamente. Estoy contento porque jugamos por momentos muy bien y lo supimos controlar".
Las palabras de Gambini son muy ciertas verdaderamente. Ramón Santamarina dejó en claro en la tarde del sábado que a lo largo de los 90 minutos fue más que su rival.
Un par de situaciones que apenas inquietaron a Diego Fernández en el primer tiempo y luego la sociedad entre el "chicho" Ortíz y Diego Bucci hicieron que el aurinegro encontrara el camino para lastimar.
El primer tiempo, prácticamente imposible de jugar por la alta temperatura, se fue sin mucho más que un par de situaciones pero las más claras fueron para la visita. Primero Ortiz y después Cuello se lo perdieron de forma clara con sendos remates que buscaron colocar cerca de los ángulos.
La primera parte dejó cosas importantes para resaltar. La firmeza de Mauricio Ocaño, un jugador que no ha tenido la chance de jugar pero al que le sobran condiciones. Junto a Marcos Dragojevich fueron una muralla que controló con enorme tranquilidad y capacidad cada intento de Rivadavia. El chico Matías Gogna se lesionó en una desafortunada jugada pero hasta ahí su trabajo había sido sin fisuras. Concentrado, atento y con la personalidad necesaria para salir jugando y buscar asociarse con el "gula" Maldonado por la derecha.
Un Maldonado que comenzó mal y que terminó jugando un buen partido, lleno de sacrificio.
Ramón Santamarina arrancó el segundo tiempo decididamente en busca del triunfo. fue dueño del partido sin atenuantes. Borro de la cancha a su rival que a pesar de las variantes nunca le encontró la vuelta.
La situaciones de gol se iban sucediendo y los fantasmas del arco cerrado y la mala suerte volvían a aparecer. Se lo perdió Ortíz, luego Kruger. Más tarde tuvo una clara situación Julio Cuello y sobre la mediahora, un rebote en el rostro de Brown, que había reemplazado al chicho Ortíz, dejó cara a cara a Brittes con el arquero Lacerre.
El "bombardero de la Paz" le quiso romper el arco y el balón hizo temblar el travesaño.
Parecía empate en Lincoln pero a la tarde le faltaba una perlita más de ese jugador que todos sabemos es un talentoso pero que a veces no aparece. Y fue así nomas que Diego Bucci se iluminó y coronó un tarde genial al eliminar a cada uno de los rivales que salieron al cruce en su trepada pOr el lateral izquierdo. Con gran dominio de balón llegó al fondo de la cancha, se metió en el área y mandó un centro preciso para la cabeza del goleador que esta vez no falló. El balón llevaba la precisión exacta para que Edgardo Brittes metiera un terrible frentazo y mandará la pelota al fondo de la red.
Se jugaban 38 minutos del segundo tiempo y por lo que se había visto en la cancha, apelando a la concentración a Ramón Santamarina no se le podía escapar. Gambini mandó a la cancha a "sugus" Farías y el pibe de los Toldos en el día de su cumpleaños fue fundamental para meter el partido en el freezer, teniendo la pelota y siendo víctima de faltas. Federico Pressa adicionó cinco minutos que solo sirvieron para demostrar que al aurinegro le sobraba capacidad para controlar las acciones. Finalmente el colegiado marplatense pitó el final y los muchachos de Gambini comenzaron a saborear un triunfo sumamente importante.
Para destacar, el esfuerzo y la entrega de Valerio, Kruger, el compromiso de Farías y Brown cuando entraron y un párrafo aparte para el "Bibi" Giannassini quien le aportó al ataque velocidad por la derecha, fútbol, una gran personalidad y un enorme compromiso con esta camiseta con lo que esto significa viniendo de un pibe del club.
Ramón Santamarina ganó y ahora esperará por Cipolletti de Río Negro el próximo martes. Seguramente el pueblo aurinegro acompañará en las tribunas y alentará como siempre a este equipo que ayer le dio a sus hinchas una muy buena señal.
por JUAN CASERO
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