viernes, 4 de marzo de 2011
“NO PODÍA ESTAR EN MI CASA TIRADO EN UN SILLÓN”
Con enorme esfuerzo pero con una pasión que solo pueden entender los futboleros de alma, un grupo de jóvenes periodistas fanáticos del fútbol del interior y en especial del torneo Argentino A, emprendieron un gran desafío desde hace unos meses.
Desde la Capital Federal y a través de la FM RESURRECCIÓN 91.3, emiten todos los lunes y los jueves en que hay fecha entre semana, un completo y muy interesante resumen sobre lo ocurrido en la tercera categoría del fútbol argentino.
Santiago Menichelli, Diego Paìs y Federico Rohr junto a un amplio grupo de colaboradores nutren a la afición del interior en un entretenido programa radial.
Días pasados, los integrantes de INTERIOR FUTBOLERO, visitaron Tandil y realizaron una jugosa nota con el "Mono" Ijurco. Demás esta decir que bien vale la pena compartirla con todos ustedes. Aquí va.
La desgracia de un compañero es la chance de otro. Daniel Bertoya, golero titular por aquel entonces del aurinegro, había llegado a la quinta amarilla, y le cedía su lugar a Juan Ijurco. El partido era en Rafaela, y lo que parecía una alegría para Juan por tener la chance de mostrarse en una etapa definitoria, se transformaría en una pesadilla. Su vida dio un giro de 180° y todo cambió.
En ese momento, Santamarina pasaba un momento futbolístico muy importante, fue el campeonato donde luchó el ascenso a la B Nacional contra la CAI de Comodoro Rivadavia, sin ir más lejos el campeonato pasado. Juan tenía la inmensa tarea de suplantar a Bertoya (figura de ese aurinegro). Pero en el trayecto del viaje a Rafaela, algo iba a cambiar en la vida del protagonista de la historia.
Todo empezó con una simple ampolla en la lengua, en declaraciones exclusivas con nuestro medio, cuenta "me asusté, pero no le di mucha bola, jugamos el partido y luego me hice los estudios de rutina". A todo esto hay que agregar que mientras tomaba unos mates con uno de sus compañeros, este último se dio cuenta que Juan tenía algo parecido a moretones en varias partes de su cuerpo. Ya no era algo simple o sencillo y había que consultar. Cuando se hizo los estudios correspondientes de rutina, lamentablemente no fueron lo esperado. Ante el susto y la incertidumbre es mejor consultar dos veces, y el arquero vuelve a realizarse los estudios de laboratorio.
En ese momento es donde deciden pararlo e ir a ver a un especialista que hay en la ciudad de Tandil. La devolución de parte del Doctor no fue la esperada para el golero. Lo que tenía era, o aplace medular, leucemia o un virus en la médula. Creo que nadie quisiera estar en el pellejo de Juan en el momento de la noticia. En definitiva la enfermedad con la que tendría que luchar era Leucemia, una enfermedad que puede tenerla cualquiera, a algunos se les despierta y a otros no. Juan corrió la peor suerte en ese sentido.
La obra social que tiene como empleado de mantenimiento en la Universidad de Tandil es muy buena (nos dice el arquero). "Me derivaron directamente a Buenos Aires, donde estuve internado 30 días, fueron momentos malos y buenos, donde hice un montón de amigos en el centro, donde la familia se aferra mucho más, y donde la gente de Tandil que uno creía que no lo tenían mucho en cuenta se preocupan más por uno. Toda la ciudad llamaba y mandaba mails, eso a uno le daba más ganas de salir adelante".
En cuanto a lo deportivo Juan (con 33 años y toda una vida por delante) dejó en claro que la prioridad era su enfermedad. "Yo siempre digo que hay veces que te sacan y otras veces que te dan, a mi me sacaron el fútbol (por un tiempo), pero gracias a Dios hoy puedo estar otra vez en el plantel, me dieron otra oportunidad. Las oportunidades están y hay que aprovecharlas".
El golero se refiere a que el destino y el buen tratamiento que está realizando le permitieron volver a entrenarse a la par de sus compañeros. Le sacaron el momento de gloria que podría haber disfrutado, como estar en la promoción hacia el ascenso, pero a pesar de que la enfermedad era algo terrible, hoy puede decirse que está por buen camino.
Este jugador padre de dos chicos, uno de 9 meses y otro de 7 años, dejó en claro que en ese momento no pensaba en otra cosa que salir adelante. "El fútbol no me interesaba, solo lo seguía por los compañeros que tenía. Primero quería sacarme la enfermedad de encima y después ver si se podía jugar, sino lo iba a hacer de otra forma, como trabajando con los arqueros pero siempre ligado al fútbol. En el ciclo anterior estuve ayudando a Christian Daguerre hasta que me puse a punto. No me importaba seguir jugando, si se puede se puede, y sino seguir ligado pero de otra forma".
Lo que agrega Juan es que la leucemia con el tratamiento adecuado y el paso del tiempo, se va del todo, no quedan secuelas. "Lo primero que pregunté cuando me la descubrieron era si tenía recuperación, apenas me dieron el sí le metí para delante sin pensarlo dos veces, si hay algo que tenga que hacer entonces hagámoslo".
Es difícil ponerse en la situación del arquero de Santamarina, con todo lo que significa arrastrar una enfermedad de este tipo, y la pregunta inevitable era si se le había cruzado por la cabeza dejar el fútbol. "En muchos momentos lo pensé, yo tenía unas quimio por el tratamiento y apenas terminaba me iba al gimnasio, toda la vida estuve con el deporte, no podía estar en mi casa tirado en un sillón. Donde me daban libertad le metía al gimnasio".
El tratamiento dura dos años y por lo que nos comentaba Juan, ahora puede hacer vida normal y se considera una persona "normal" otra vez. Los compañeros que estaban metidos a fondo con la promoción se vieron sorprendidos con la noticia del golero, y siempre estuvieron muy atentos sobre su tratamiento y su evolución. "Era un grupo muy lindo, me llamaban siempre y me brindaron todo su apoyo".
Ijurco que pasó la mayor parte de su carrera en Santamarina (se inició en Independiente de Tandil en babi, paso a fútbol menor en Ferro de esa ciudad, pasó a Gimnasia LP por 6 meses y se volvió porque extrañaba, jugó Regionales con Ferro, Gimnasia, Independiente y Grupo de Tandil, otro Regional más con Quilmes de Tres Arroyos, y desde que Ramón Santamarina jugó el Argentino B está en el aurinegro, 7 años para ser más precisos) cierra su historia de vida diciendo: "soy una persona normal otra vez, con tratamiento de por medio y muchas ganas de salir adelante. Si Dios quiere el torneo que viene agarro el arco".
Un ejemplo de vida, y de lucha. La tuvo que remar en el arco y lo último que nos dejó picando es que quiere quedarse con los tres palos de Santa. Un verdadero Gladiador. Juan Ijurco, una verdadera historia de vida.
Entrevista realizada en Tandil el 26/02 por Diego Pais y Federico Rohr.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario