martes, 9 de marzo de 2010

Santamarina alcanzó el liderazgo en un emotivo partido


El invicto del equipo de Pirez quedó en Tandil, en un juego vibrante de principio a fin. González (penal), Dragojevich y Beratz anotaron para el Aurinegro. García (penal) y Gho señalaron para la visita. Paupérrima actuación del árbitro Carlos Boxler que expulsó a cuatro jugadores y el DT rival.


El arranque del juego fue intenso, porque tanto Santamarina como Rivadavia pensaron mucho en generar acciones de riesgo en una cancha invadida por el humo de los tradicionales choripanes. La visita merodeó el área rival con algunas jugadas de tiro libre preparadas. El Aurinegro tuvo una muy clara en el inicio. Un desborde y centro de Diego Bucci encontró un rechazo corto de Beltramella, la pelota le quedó a Corvalán que definió al gol, pero el esférico terminó dando en Draghi. Pareció penal, que el árbitro no sancionó. Minutos después el equipo de Murúa tuvo otra oportunidad, con un remate de media distancia de González que el golero contuvo en dos tiempos.
En un juego a puro vértigo, Santamarina tuvo un penal a su favor cuando Telechea le ganó la posición a Schiavi y el defensor lo terminó derribando. González con un remate a la derecha de Beltramella que eligió la otra esquina, señaló el 1 a 0 parcial.
El cotejo siguió siendo muy dinámico. Rivadavia se adelantó sin generar mayores riesgos y Santamarina buscó aumentar la ventaja con la movilidad de González, las trepadas por la izquierda de Bucci y la velocidad y rotación de Telechea en todo el frente de ataque. El árbitro también ingresó en ese frenético ritmo y decidió expulsar a Zúñiga y Corvalán por una jugada que se hubiera resuelto con una simple amarilla. También por protestar el DT Pirez dejó el campo de juego.
En la reanudación la visita encontró la igualdad también de penal. Esterlus progresó por la izquierda y ante la aproximación de Barth generó la infracción que compró el árbitro. Con una gran definición a la izquierda de Bertoya, el volante Jonatan García estableció el 1 a 1.
Una gran jugada colectiva que generaron Dragojevich y Telechea culminó en una exquisita asistencia del delantero para el lateral por la derecha, que con una definición cruzada al ras del piso decretó el 2 a 1. Al partidazo que armaron Santamarina y Rivadavia le quedaban más emociones en el último tramo de un primer tiempo intenso, como pocas suele darse en esta categoría. Gonzalo Gho sacó desde muy lejos un misíl tierra ángulo que dejó sin chances al arquero Bertoya. El 2 a 2 duró muy poco. El Aurinegro tuvo un buena chance con un disparo de Santos que Beltramella esforzándose envió al córner. De ese tiro de esquina y con un extraordinario anticipo ofensivo de cabeza de Lisandro Beratz, el local se fue al descanso en ventaja por 3 a 2.
Las discusiones de los jugadores de Rivadavia contra el árbitro Boxler, dejaron aún en más inferioridad numérica a la visita porque Leandro Schiavi también se fue expulsado.
En el complemento los 10 del local y los 9 de la visita siguieron buscando, aunque con un poco menos de aceleración. Santamarina optó por darle la pelota a su adversario para buscar aprovechar alguna contra. Claro que la escasa diferencia podría llegar a poner en peligro el resultado, por lo que lentamente el equipo de Murúa hizo valer ese hombre de más con la tenencia de la pelota lejos de su arco.
Sin embargo un largo pelotazo que Gho bajó con notable sutileza le dejó el empate servido a Rubio Pulgar que remató muy desviado. En la otra área un quite en mitad de cancha de Diego Bucci culminó en una definición que se fue apenas desviada, mientras que Bertoya tapó lo que era gol de Esterlus dentro del área. Cuando el local utilizó todo el ancho de la cancha, moviendo la pelota de un lado al otro, un remate de Telechea que se desvió en un defensor por poco no fue gol y tras el córner la exquisita chilena de Barth se fue acariciando el poste derecho. El lamentable accionar de Boxler, niveló la cantidad de jugadores en campo por la expulsión de Santos. En un encuentro apasionante pero desvirtuado por un árbitro que no estuvo a la altura de las circunstancias, el final fue dramático. Rivadavia lo pudo haber igualado con ese fortísimo tiro libre de Rubio que Bertoya encontró y que Draghi se lo perdió en el rebote, o con aquél pase al medio de Barboza que Beratz rechazó en el área chica. Santamarina lo podría haber liquidado en varias contras, especialmente el mano a mano que el golero visitante le sacó a Barrios Suárez. Un partido emotivo de principio a fin, con una paupérrima actuación de Boxler (alguien del Consejo Federal debería tomar nota). El Aurinegro logró un gran triunfo, dejó sin invicto a Rivadavia y alcanzó el liderazgo absoluto en la zona B.

FUENTE: DIARIO LA VOZ DE TANDIL

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