lunes, 11 de octubre de 2010

Y UNA NOCHE DE DOMINGO.....SE FUE LA MUFA


Con goles de Claudio Farías y Edgardo Brittes, Santamarina logró revertir un resultado adverso y ganar por primera vez en el torneo. Fue en el inicio de las revanchas de la primera rueda frente a Rivadavia de Lincoln en el estadio San Martín. Luego de Ir en desventaja, injustamente, resolvió con una enorme entrega y convicción un partido por demás complicado.

El encuentro comenzó mostrando a un Santamarina ambicioso que rápidamente puso de manifiesto el trabajo realizado en la semana. El técnico Christian Daguerre hizo hincapié, en cada uno de los días de trabajo, en el control de pelota y la circulación de la misma desde la zona defensiva y principalmente en el medio campo.
si bien en la previo la planilla de Rivadavia mostraba una intención de protagonismo con delanteros como Bisser, Esterluz y Felice, el equipo de Pírez fue el mismo de siempre. Apostando a defenderse bien y salir de contra.
Santamarina comenzó a pensar en los fantasmas a partir de la media hora de juego cuando a esa altura del partido y siendo gran dominador de las acciones había desperdiciado varias chances netas de gol. La noche se complicó más cuando Giannaccini debió ser reemplazado por Amiel Cuestas y un rato más tarde el "Chicho" Leandro Ortíz se tuvo que ir de la cancha reemplazado por Claudio Farías.
Más tarde el doctor Daniel Gallo explicaría que lo de Giannaccini fue un doble esguince de tobillo y lo de Ortíz una molestia en el sector donde había sufrido un desgarrado.
La mala suerte a la hora de definir situaciones claras y la permanente lesión de algunos jugadores empezaban a tornar la noche en complicada.
Más aun cuando en pleno dominio del complemento, Santamarina recibió un golpe de nock out. Mariano Fernández ganó por izquierda, mando un centro al segundo palo y Esterluz se encontró con la pelota servida para definir debajo del arco y poner el 1 a 0 para la visita.
Fue ese el momento de mayor tensión. Santamarina sin merecerlo estaba perdiendo un partido que había que ganar si o si.
Fue entonces el equipo, el que demostró sacar de adentro eso que no tiene cualquier club. No es facil remontar una desventaja cuando faltan apenas 15 minutos para el final. Por eso no se puede dejar de lado la mistica de esta camiseta y lo que ella significa para quienes la enfrentan.
Literalmente Santamarina se lo llevó por delante a Rivadavia y con una extraordinaria tarea de Farías llegó al empate. Magistral jugada del "Sugus" y una exquisita definición para empatar.
Allí fue donde el equipo entendió que lo podía ganar. Apoyado por su gente desde los costados Santamarina encontró la victoria en los pies del más necesitado.
Centro al área desde la derecha y Brittes, el goleador, que la para de pecho, gira y define al segundo palo de Lacerre.
Inexplicable momento de emoción en el San Martín. Por el gol, Por Brittes, por el primer triunfo, por Daguerre, por equipo y por su gente, por esos que siempre están apoyando y que merecían al igual que todos los primeros tres puntos.
Fue un gusto ganador y ojalá ahora comience la remontada de un plantel que sin lujos pero con sacrificio y trabajo pretende devolverle a Santamarina el nivel de los últimos años.

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